10 maneras de reinterpretar en lugar de copiar a otros diseñadores

10 maneras de reinterpretar en lugar de copiar a otros diseñadores
¿Sientes que te estás quedando sin energía creativa? No te preocupes: aquí tienes la guía definitiva para reinterpretar en lugar de copiar a otros diseñadores. Así que, adelante, copia como un artista y crea algo nuevo.
Como diseñadores, todos lo hacemos en algún momento…
No se trata de robar ideas, sino de “reinterpretarlas”. Al fin y al cabo, la línea entre “inspirado por” y “copiar sin más” se basa en cómo lo vendes.
Nosotros en Programmer City estamos conscientes de que el buscar inspiración en otros lados, siempre es parte del proceso creativo, al final de cuenta no es copiar, es tomar eso existente y darle una mejor versión. La mayoría de nuestros proyectos pasan por este proceso, ya sea desde el diseño de un sitio web, un logotipo, hasta el desarrollo de una aplicación móvil, sitio web o inclusive hasta un ecommerce, el buscar referencias en otros diseños siempre es válido como primer paso para iniciar con el desarrollo de un proyecto.
Así que, ya sea que tengas una fecha límite, estés en un bache creativo o simplemente estés demasiado cansado para crear algo completamente original, aquí te mostramos cómo darle un giro y parecer un genio en el proceso.
1. “Me encontraba realizando una investigación exhaustiva”
El clásico. No es que hayas tomado prestado un diseño: estabas inmerso en un profundo análisis del sector. Una exploración crítica de tendencias, patrones de usabilidad y experiencias de usuario líderes en la industria. Un mar de conocimiento digital.
Frunce el ceño, asiente con sabiduría y menciona: “Estoy identificando tendencias emergentes”. Nadie cuestionará tu proceso cuando parezca que llevas días navegando por las aguas filosóficas del diseño UX.
2. “Simplemente sigo las últimas tendencias en diseño”
Copiar está mal. Seguir tendencias, en cambio, es estar actualizado. Es una práctica reconocida por la comunidad de diseño. Si tu sitio se parece a otros diez que ya existen, es simplemente porque estás alineado con el zeitgeist visual de 2025.
Cuando te cuestionen, responde: “Estoy priorizando la coherencia con los estándares actuales”. Bonus: menciona términos como “diseños fluidos” o “visuales dinámicos”. Suena técnico, y eso ayuda.
3. “Fue una solicitud directa del cliente”
La carta de inmunidad. Si el diseño parece demasiado parecido a otro sitio, puedes culpar —elegantemente— al cliente. Ellos pidieron ese estilo, y tú, como profesional diligente, simplemente cumpliste su visión.
Di con serenidad: “He visto esta estética funcionar bien en otros proyectos similares; el cliente confió en esa referencia por una razón”. Nadie te culpará por complacer a quien paga.
4. “Fue una fuente de inspiración”
Todos nos inspiramos. La inspiración no es copia, es una reinterpretación creativa. Viste algo que te conmovió visualmente y decidiste rendirle homenaje con tu propia versión.
Si surge alguna crítica, responde con aplomo: “Esa propuesta fue una gran inspiración, pero integré mi enfoque único”. Incluso puedes añadir: “El arte es una conversación; esto es simplemente mi contribución personal”.
5. “Optimizando el diseño original con mejoras propias”
Basta con unos pequeños ajustes: un poco más de espaciado, un cambio sutil en la tipografía, o una reorganización del pie de página. Ahora es una versión optimizada.
“Mejoré la experiencia del usuario con estos cambios puntuales” es una frase que suena convincente y profesional, incluso si lo único que hiciste fue mover un botón 10 píxeles a la derecha.
6. “Forma parte de mi proceso creativo”
A veces, las mejores ideas no surgen en una lluvia de ideas estructurada, sino durante momentos de aparente desconexión. Es parte de un proceso fluido, natural, casi místico.
“El diseño simplemente fluyó” puede sonar como una excusa vaga, pero con el tono correcto, se convierte en una declaración de autenticidad creativa.
7. “El diseño está inspirado en mi experiencia personal”
Cuando todo lo demás falla, vuelve a ti mismo. Este diseño no es una copia: es la manifestación de tus vivencias. Tal vez estuviste en París recientemente, y quisiste capturar la “simplicidad urbana” que observaste. O tal vez es el resultado de años en una industria específica.
Di: “Este enfoque se basa en mi trayectoria profesional y visión del sector”. Nadie va a refutar tus experiencias personales.
8. “Estaba en estado de concentración profunda (‘la zona’)”
También conocida como “flow”, estar en la zona creativa significa producir sin filtros, sin interrupciones… y sin recordar que ese diseño ya lo viste antes en un tutorial de Figma.
Si te cuestionan, solo encógete de hombros y responde: “Estaba completamente inmerso en el proceso creativo. Supongo que simplemente surgió así”. La inspiración es un misterio.
9. “Es parte del lenguaje universal del diseño”
Hay componentes del diseño web que son universales por una razón: funcionan. Estructuras de navegación, disposición en cuadrícula, llamadas a la acción en lugares estratégicos… no es copiar, es aplicar buenas prácticas.
Menciona “principios de accesibilidad y usabilidad” y la conversación girará hacia estándares, no similitudes. Eso sí, mejor no hables de la plantilla exacta que usaste.
10. “Le di un toque personal, de verdad”
Cuando todas las demás estrategias fallan, ve al frente y afirma tu autoría. Claro, puede que se parezca a otros trabajos, pero este es el tuyo.
Cambiaste una imagen, moviste la navegación, alteraste la paleta. “Le di mi toque personal. Ahora es más fluido y funcional”. A veces, basta con decirlo con convicción.
Al final…
Todo diseñador ha estado en esa delgada línea entre inspirarse en grandes trabajos y reproducirlos demasiado fielmente. La clave está en reconocer nuestras influencias, transformarlas y, sobre todo, aportar algo nuevo.
Porque al final del día, lo importante no es evitar las referencias, sino saber cómo convertirlas en algo que hable con tu propia voz.